martes, 15 de abril de 2014

Luna Roja

Este martes, la Tierra se interpuso durante tres horas y 34 minutos entre el Sol y la Luna. Como consecuencia, nuestro satélite se volvió rojo y pudo verse en la mayor parte de América.


Rojo sangre

Cuando esta rareza astrológica sucede el color de nuestro satélite cambia entonces de un naranja brillante a un rojo sangre y a marrón cobrizo, dependiendo de las condiciones climáticas locales, según informa la agencia de noticias Reuters.

Pero, dado que nuestro planeta se interpone entre la luz del Sol y la Luna, ¿por qué en lugar de ocultarse adquiere ese tono rojizo?
La respuesta está en la atmósfera, que se extiende unos 80 kilómetros más allá de la superficie terrestre y actúa como una lente.
Las partículas atmosféricas refractan la luz del sol y solo dejan pasar la luz roja que dará a la Luna ese extraño resplandor, algo que para algunos tiene connotaciones apocalípticas.
Sin embargo, es el mismo fenómeno que tiñe el cielo de anaranjado en el amanecer o el atardecer.
Un eclipse de Luna sólo ocurre durante una noche de luna llena cuando el Sol, la Tierra y la Luna están perfectamente alineados, y la Tierra está entre el Sol y la Luna.
Estos eclipses pueden verse desde cualquier punto del mapa donde la Luna esté sobre a línea del horizonte.

A diferencia de los eclipses solares, en los que las fases dependen de la posición del observador, los tiempos en un eclipse lunar son los mismos independientemente del punto de observación.