lunes, 20 de noviembre de 2017

Nueva marcha por el orgullo gay

César Cigliutti dice que las cosas cambiaron. Para mal. “Hay parejas que tienen fobia de caminar de la mano por la calle; el temor no es tanto al rechazo social, sino al accionar policial. Es muy notorio: ya no se ven tantas parejas de la comunidad caminando de la mano”, explicó el sábado en Plaza de Mayo, durante la Marcha del orgullo número 26. Según los organizadores, la concurrencia fue de cerca de 150.000 personas.
Por primera vez, la Marcha tuvo su escenario principal en Plaza de Mayo, y no en la del Congreso, como en las últimas 25 ediciones.
Los principales reclamos de la tarde fueron contra los travesticidios y la violencia policial. También denunciaron la reaparición de bandas que insultan y golpean a jóvenes gays en plena vía pública. Además, la Comunidad Homosexual Argentina y 100% Diversidad y Derechos, pidió la sanción de una ley de reparación a las víctimas de violencia institucional por identidad de género.
Cigliutti, presidente de CHA, sostiene lo de la fobia por la detención de dos mujeres en la estación Constitución. Los testigos denunciaron que los policías accionaron cuando la pareja se besaba. “Ya veníamos teniendo situaciones similares”, agrega Martín Canevaro. Y cita otro ejemplo ocurrido en 2016, arriba de un coche del Ferrocarril Mitre: “El guarda quiso bajar a dos mujeres que se estaban besando. Lo interesante es que la respuesta de los pasajeros fue solidaria”.
Alex Benítez es docente y forma parte de “Amigxs x la diversidad”, grupo que milita y realiza actividades en Quilmes, Berazategui y Florencio Varela. Dice que en los dos últimos años dejaron de verse parejas de mujeres caminando de la mano por la peatonal del centro de Quilmes. Lo nota cada vez que reparten folletos junto a sus compañeros, y compara barrios: “Por la avenida Santa Fe o el centro porteño podemos caminar tranquilos. En el Conurbano o en barrios bajos de la ciudad, todo se complica”.

En Quilmes, el año pasado, dos hombres que se besaban en la plaza San Martín fueron echados por policías locales. “Estamos llenos de policías”, asegura Benítez. “Y no solo nos molestan a nosotros, hacen lo mismo con los vendedores ambulantes africanos y los pasajeros de colectivos. Te quieren identificar siempre de una manera hostil”.
Benítez aclara que en las periferias de la Ciudad las cosas se ponen más bravas, y enumera amenazas y detenciones a trans mientras caminaban por la calle. Desde “Amigxs x la diversidad” han denunciado golpizas, burlas y extorsión de la Bonaerense a travestis que trabajan en la zona. “Había una conciencia, pero hubo un retroceso: ahora también en los barrios populares volvió a ser común que a los gays o trans se les pida ‘un peaje’ o se los golpee sin causa”, afirma.
Más allá de los reclamos, la marcha también fue un boliche a cielo abierto. La música sonó a todo volumen desde los camiones donde más tarde las organizaciones avanzarían por Avenida de Mayo. La oferta ambulante fue amplia: desde ropa, hamburguesas y cervezas hasta arepas venezolanas. Y los miles de asistentes bailaron y gritaron por el orgullo.