Se considera maltrato infantil a toda acción, omisión o trato negligente, que voluntariamente priva al niño de sus derechos y su bienestar, que amenaza o interfiere su adecuado desarrollo físico o psíquico y cuyos autores pueden ser personas, instituciones u otros ámbitos sociales, ocupando un lugar prioritario la familia, como la primera y pequeña escuela en la cual se puede encontrar lo mejor o lo peor para la experiencia vital de los niños.
Según Magali Lamfir, consultora en protección de Unicef, hay generaciones que se criaron con zamarreos, chirlos y demás castigos físicos y psicológicos."Todo este tipo de prácticas están naturalizadas y no las asocian con crianza violenta", aseguró a este medio Lamfir.