El partido de General Villegas, que tiene el 70 por ciento de su superficie bajo agua, fue declarado en emergencia social y sanitaria debido a las cuantiosas lluvias que anegaron campos y caminos rurales, y revelaron deficiencias estructurales del distrito como la falta de agua potable y cloacas, además de la carencia de obras hidráulicas que eviten las inundaciones que se registran particularmente en exceso desde 1973.
El distrito, con sus 730.000 hectáreas de superficie, es uno de los partidos más fértiles del país, después de la zona Núcleo con centro en Pergamino y sur de Santa Fe, con más superficie hoy dedicada la agricultura (trigo, soja y maíz) y pasturas por unas 400.000 cabezas de vacunos.
A pesar de esta pujanza agro-ganadera, el partido se inunda desde 1973 sin que los sucesivos gobiernos se hayan ocupado de poner en marcha obras hidráulicas que preserven esta cuenca económica y los cascos urbanos.
En la década del '80, las inundaciones, además de los campos, cubrieron por completo la ciudad cabecera de unos 17.000 habitantes, y varios pueblos del distrito, lo que motivó que en la década del 90 se hiciera un anillo protector alrededor de la cabecera para evitar el ingreso del agua al mismo.
El partido recibe agua a través de canalizaciones que vienen de La Pampa, provincia vecina, y entran al camino del Meridiano, afectando las localidad de Banderaló y Villa Sauze; ingresa agua del Río Quinto, que en los últimos 30 años ha formado un cauce, que antes no existía y de Córdoba.
Esta masa de agua hoy presente en General Villegas comenzó a escurrir a Carlos Tejedor, siguiendo una pendiente natural del terreno, esperándose el pico máximo por ese partido a partir del jueves próximo, según confirmó el director vial del municipio de Carlos Tejedor, Horacio González.