Este 25 de Enero se conmemora el Día Mundial de la Lucha
Contra la Lepra, es una gran oportunidad para concientizar e informar a las
autoridades de salud, trabajadores de la salud y población en general, que la
lepra aún existe, y es curable; esta actividad se promueve hace 60
La lepra es una enfermedad curable, causada por un microbio,
el Mycobacterium leprae, que afecta principalmente la piel y los nervios
periféricos. Las formas clínicas más graves pueden comprometer también las
mucosas de las vías aéreas superiores y otros órganos como los ganglios, el
hígado, el bazo, etc. En los casos más graves, si no se realiza un diagnóstico
precoz y un tratamiento regular y completo, puede generar discapacidades
físicas, permanentes y progresivas, así como también dificultad en las
relaciones sociales, laborales y familiares, a causa del temor y el rechazo que
la lepra históricamente ha provocado. Con el tratamiento oportuno la lepra
tiene cura.
El contagio es de persona a persona por contacto directo y
prolongado, entre 3 y 5 años. Se produce entre un enfermo no tratado con
posibilidad de transmitir (no todos los que padecen lepra contagian) y una
persona susceptible, es decir con una predisposicióm especial para enfermar.
Según la estadística el 80% de la población posee defensas naturales contra la
lepra y sólo la mitad de los enfermos no tratados son contagiantes.
Las vías de transmisión incluyen principalmente, las
secreciones respiratorias de una persona enferma y no tratada, y en menor
medida en heridas de la piel y secreciones nasales.
Los síntomas de la lepra pueden tardar hasta 20 años en
aparecer e incluyen:
- Lesiones cutáneas que son más claras que el color normal
de la piel.
- Lesiones que presentan disminución de la sensibilidad al
tacto, al calor o al dolor.
- Lesiones que no sanan después de algunas semanas o meses.
- Debilidad muscular.
- Alteraciones de la
sensibilidad en manos, brazos, pies y piernas
La mejor manera de evitar el contagio de la lepra es el
diagnóstico y tratamiento temprano de las personas infectadas.
En el caso de las personas que estuvieron en contacto
directo con personas infectadas sin tratamiento, es importante realizar
controles periódicos.
El tratamiento es ambulatorio,
es decir que no precisa ningún tipo de internación, e incluye el uso de
antibióticos, antiinflamatorios y el tratamiento de las secuelas. La medicación
es entregada en forma gratuita por el Programa Nacional de Lucha contra la
Lepra (Ministerio de Salud de la Nación). El paciente tratado, puede seguir
haciendo su vida normal: trabajar, casarse, tener hijos, etc.
Dr. Baldomero Sommer
"Conocer la verdad, decir
la verdad y practicar la verdad, con decoro y cordialmente", fueron las
premisas que se destacaron en la vida de Baldomero Sommer, Primer Profesor
Titular de la Cátedra de Dermatología, dermatólogo argentino, pionero, maestro
y modelo de la profesión de Medicina.
Sommer basó su enseñanza en la
observación clínica, apoyado por el uso de láminas, fotografías de enfermos y
la creación de modelos de cera, primeros en el país y Sudamérica y similares a
los del "Museé des Moulages" de Baretta, en el Hospital Saint Louis
de París.
Representó al país en el
Congreso Internacional de Viena en 1893; en 1897 en la Primera Conferencia Internacional de Lepra en
Berlín y en el Congreso Internacional de 1904, en la misma ciudad. Durante ese
mismo año presentó observaciones sobre el tema: "Buba, pian,
frambesia", correspondientes a la leshmaniasis cutáneomucosa americana y
el primer caso de micetoma de la Argentina.
Continuando sus estudios sobre
la Lepra, podemos mencionar también la presidencia compartida con los Dres
Malbrán y Penna, de la Primera
Conferencia Nacional sobre la Lepra en 1906. Los conceptos emergentes de esa reunión
- la comunicación obligatoria, el tratamiento con internación o aislamiento
domiciliario de las formas contagiosas y la prohibición de entrar al país a
todo extranjero enfermo sirvieron de
fundamento a la Ley 11359 de Defensa
Nacional contra la Lepra o Ley
Aberastury .
En nuestra localidad , el
antiguo leprosario, hoy Hospital Nacional de Agudos, lleva ese nombre en su
honor.