La información fue publicada en la versión digital de La
Nación e indica que en aquel país fue detenido el acusado de matar a la maestra
Griselda González, la que fue hallada estrangulada el 13 de febrero pasado en
un departamento que había alquilado en Francisco Álvarez para vivir con el
ecuatoriano Waldo Mares Parra, al que había conocido por facebook.
Parra fue apresado por agentes de la Subdirección de
Inteligencia Antidelincuencial (SIA) y de Interpol en una vivienda del cantón
Milagro, en la provincia de Guayas.
El operativo, denominado "Octogésimo Octavo Paso",
se realizó el último viernes en la mencionada localidad, situada a 399
kilómetros de Quito, luego de que el sospechoso fuera ubicado entre los
prófugos más buscados por Interpol.
Tras la captura, efectuada por los equipos especializados en
vigilancia y seguimiento, Mares Parra fue trasladado a Quito, donde se
realizarán los trámites legales antes de enviarlo a la Argentina.
Fuentes judiciales dijeron a Télam que se sospechaba de la
presencia del mexicano en esa zona desde hace alrededor de un mes, ya que allí
vive su esposa, con quien tiene un hijo.
En las últimas semanas, los detectives detectaron que Mares
Parra había cerrado la cuenta de Facebook que utilizó para comunicarse con la
maestra argentina y comenzó a usar una que tenía anteriormente.
Luego, determinaron que el sospechoso concurría a un
locutorio cercano a la vivienda y obtuvieron su dirección IP (Internet
Protocol), que es un un número único e irrepetible con el cual se identifica una
computadora conectada a una red. Posteriormente, lo detuvieron y, tal como lo
establecen las normas procesales ecuatorianas, quedó a disposición de la Corte
Suprema de ese país.
Una vez que desde ese tribunal comuniquen formalmente la
detención, el titular de la UFI de Moreno, Leandro Ventrichelli, quien
interviene en la causa, solicitará la extradición de Mares Parra, que está
acusado de "homicidio agravado por violencia de género", que prevé la
pena de prisión perpetua.
La víctima hasta pocos días antes de morir, convivía con su
esposo y tenía una hija de 18 años y un hijo de 15, en el barrio Almirante
Brown.
Ella conoció a Mares Parra por Facebook, quien residía en
Guayaquil y con quien mantuvo una relación amistosa hasta que ella le envió
dinero para que compre los pasajes aéreos con el objetivo de conocerse
personalmente.
Mares Parra viajó el martes 9 de febrero desde Ecuador, hizo
escala en Chile y finalmente aterrizó en el aeropuerto internacional de Ezeiza,
donde lo esperaba la docente con su hija.
La mujer había alquilado un pequeño departamento en el cruce
de ruta provincial 7 y San Pedro, en Francisco Álvarez, dado que seguía
viviendo bajo el mismo techo con su marido y sus hijos.
En esas circunstancias, González se quedó a dormir el
miércoles en la casa de General Rodríguez y el jueves fue a la otra vivienda
con Mares Parra.
Sin embargo, una vecina declaró a los investigadores que esa
noche escuchó una discusión y gritos hasta que vio salir al sospechoso, quien
cerró la puerta con un candado.
El viernes, la hija de la mujer le envió varios mensajes a
su madre y como no le respondió el sábado se dirigió con su padre al
departamento para ver si la encontraba.
Como la docente no contestaba el timbre, sus familiares
llamaron a la Policía, que ingresó por la fuerza al inmueble y constató que
González estaba muerta. Luego, la autopsia estableció que la muerte se produjo
por "asfixia mecánica manual".
Con los datos aportados por la hija de González y una tía de
la víctima sobre el hombre al que había conocido, el fiscal pidió al juzgado de
Garantías la inmediata detención del sospechoso.
Los pesquisas determinaron que
había escapado el fin de semana a Uruguay a través de la empresa Buquebús y
luego se perdió su rastro hasta que fue ubicado en Ecuador, informó La Nación.