Caminando algunas calles céntricas, podemos observar , cómo
los transeúntes nos exponemos a todo tipo de probabilidad de tropezón ,
resbalón , caída, accidente, simple o
compuesto, con todo lo que ello conlleva, atención médica, tratamientos,
medicamentos en casos simples y sin dejar de mencionar que se puede terminar
hasta en una operación si hay fractura.
El primero de los casos , son las roturas que dejan las
empresas privadas de luz, gas o agua ,
que rompen, reparan y tapan con tierra, provocando el hundimiento de la misma,
con baldosas flojas en caso que las dejen.
El segundo caso, son las raíces añosas de árboles de
frentistas propietarios que no cuidan ni
podan, provocando que levanten las veredas en forma irregular y que junto con la caída de las hojas y ramas
forman un semi pantano muy peligroso de atravesar.
El tercer caso , son las veredas angostas como es el caso de
la calle Carlos Pellegrini entre Avda. San Martín y Saavedra a la altura de
entidad bancaria, a las que se les amuran bicicleteros , que cumpliendo su
función, más las colas al aire libre que hacen las personas para realizar
trámites personales hacen muy
dificultoso el paso y en días de humedad o lluvia también se tornan peligrosas.